"[Rafa] es el ángel y el demonio. Si lo piensas es una locura porque fuera de las pistas es un pibe divino, tranquilo y sencillo... te puede hablar de fútbol o de cualquier otra cosa y no tiene problemas con nadie".
"Una vez dentro de la pista, el tipo lo único que quiere es reventarte, ganarte y no le importa nada. Es un competidor nato, muy ganador. Es justo lo que aparenta por televisión, es la realidad".